Esta receta de hoy, es sencilla como las anteriores, y el resultado es muy bueno.
Pero antes de poner la receta, quiero contaros un poco su historia, porque me gusta recordar ese día.
Estando de vacaciones en Ibiza, fuimos a comer a un restaurante-chiringuito que estaba situado justo al lado de una pequeña cala. Mientras estábamos allí, disfrutando de nuestras gambas al ajillo, apareció un cormorán a pescar. La playa estaba llena de gente y el cormorán no hacía más que bucear alrededor de ellos a toda velocidad, la verdad es que desde nuestra posición era muy divertido, ya que la gente se asustaba cuando se acercaba demasiado. Cuando ya estuvo satisfecho, salio del agua y se puso a secarse justo en unas rocas que había debajo de donde nosotros comíamos. Estaba tan extasiado que terminamos de comer y bajamos a hacerle una foto. Marinero81 me decía que no me acercara más que se iba a marchar, pero pude hacerle un foto bien de cerca, me marché y él continuo tomando el sol.
Bueno no me enrollo más y aquí va la receta, no sale cara, ya que para esta receta las gambas han de ser pequeñas, porque así se hacen pronto y no quedan resecas. En La Sirena venden unas que son ideales y muy bien de precio.
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| Gambas al ajillo |
Ingredientes
1/2 kilo de gambas pequeñas o arroceras, 6 o 7 ajos, una guindilla, aceite, sal normal y sal en escamas.
Preparación
En un cazuela con aceite ponemos los ajos pelados y cortados en tres o cuatro trozos. Con el fuego muy bajo dejamos que se vayan haciendo. A media cocción, añadimos la guindilla partida. Cuando los ajos ya están cocidos, porque no han de quemarse, añadimos las gambas y salamos. Removemos para que se vayan empapando bien del aceite y cojan sabor y en cinco minutos las tendremos listas.
A la hora de servir, se dejan en la misma cazuela y se espolvorean con sal en escamas y a disfrutar.
Yo os aconsejo un vino afrutado o una simple cerveza para acompañar este aperitivo.
A disfrutar.
